domingo, 22 de noviembre de 2009

La Noble Ernestina de Pablo Llonto - “NO SE PUEDE GOBERNAR CON CLARÍN EN CONTRA”




Una de los tantos desastres que la dictadura militar se encargó de dejar en la sociedad argentina, salvando las magnitudes claramente, fue la apertura del camino para que los multimedios comenzaran a fomentarse y colonizar cada ámbito de la vida cotidiana –por más mínimo que sea- inescrupulosamente.

El multimedio es una nueva estructura empresarial que controla económica y técnicamente a varios medios de difusión colectiva, principalmente de tipo gráfico y audiovisual. Constituye una empresa que es propietaria de un diario, una revista, explota un canal de televisión abierta y varios canales de cable, posee una AM y su FM complementaria. A ello se puede sumar su eventual participación en agencias de noticias, proveedores de papel, consultoras, encuestadoras etc.

A través de la antigua –afortunadamente- ley 22.285 de radiodifusión, se ejercía total control sobre la prensa, limitando la libertad de publicar ideas que no vayan en concordancia con las prácticas militares, o del gobierno de turno. Sin embargo, las excepciones a la regla no tardaron en llegar.

En 1945, el periodista Roberto Noble fundaba el diario Clarín, estableciendo los cimientos del cuarto poder que gobernaría al gobierno, del monstruo que acechó al político que intentara limitar su imperio; es por eso que, sospechosamente nunca se censuró ninguno de sus negocios millonarios para controlar la comunicación argentina.

Luego del fallecimiento de su fundador, en 1969, asume la dirección del imperio, la señora Ernestina Herrera de Noble, en cuya dudosa gestión, se detectaron numerosos arreglos con las cúpulas políticas de turno, llevando a que se publicaran notas periodísticas que halagaban la gestión de gobierno. Lo más escalofriante, fue la cercanía que la Viuda (Llonto, 2007) tubo con las presidencias de los gobiernos de facto del ´76 que le permitió concretar negocios millonarios

Así como Pablo Llonto relata en su libro La Noble Ernestina:“Muchos podían pensar que la viuda y Magnetto estaban obligados a rendir pleitesía a la dictadura luego de consumado el negocio del papel prensa. Se trataba de una devolución más de favores”. Fueron evidentes los casos en que el periódico de tirada nacional, negociaba desde créditos estatales con bajísimas tasas de interés hasta las acciones del papel prensa, a cambio de frondosos elogios del régimen anticonstitucional en sus páginas centrales.

Pero como si todo eso fuera poco, las gentilezas también distorsionaban la información que se publicaba en el matutino ya que, “En Clarín no se hablaba de desaparecidos. Quien manejaba la mayor información sobre la magnitud y el sadismo de la represión era el periodista de Política Oscar Raúl Cardozo […] que, conmovido por lo que estaba ocurriendo, se animó a acompañar en algunas rondas a las Madres de Plaza de Mayo”, pero “admitía que nada de lo que sabía podía publicarlo en el diario”.

Los negocios entre Herrera de Noble y la junta militar habían permitido el crecimiento en forma exponencial de Clarín y la historia continuó de la misma manera. El diario se dedicó a realizar acuerdos que lo favorecieran con cada uno de los gobiernos que pasó en la Casa Rosada y quien se oponía era literalmente destruido en el periódico. No se podía gobernar con Clarín en contra (Llonto, 2007)

Una de las evidencias que refleja la relación que se mantenía con los gobiernos, tiene como protagonista al ex presidente, Carlos Menem, quien necesitaba limpiar su imagen y mala reputación, difamada un programa televisivo conducido por la periodista Liliana López Foresi, que se emitía por canal trece, perteneciente a la gran familia Clarín.

Por otra parte, los intereses de la señora Noble esta vez eran distintos, lo que en esa ocasión necesitaba era el silenciamiento del periodista Patricio Kelly, quien por la pantalla de ATC realizaba notas editoriales poniendo en duda la legalidad de la adopción de los hijos de la Viuda.

Así, Menem la recibió el 2 de mayo de 1991 con la extorsión en la punta de la lengua […]. Cuando la viuda puso los pies en la residencia de Olivos tenía pensada la frase con la que iría al grano: “por favor que se calle, Kelly”. Por favor que se calle Lopez Foresi, respondió Menem. (Llonto, 2007).

Quizás en la actualidad esta relación de amor-odio sea mucho más evidente, si uno lee, escucha y mira con detenimiento las portadas de Clarín, la agenda anti-kirchnerista que impuso hace unos meses, al ver a su imperio en peligro, sancionada la nueva Ley de Servicios Audiovisuales mediante. Una realidad que asusta.

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